El terror de “Doki Doki Literature Club”
Es extraña,
indescriptible, la sensación que provoca el ver algo en apariencia inocente
tornar en algo corrupto y decadente. Se puede decir perfectamente que tiene
hasta cierto enganche. En 2015 ya lo vivimos con “School Live”, un anime en el
que seguíamos a un grupo de chicas que trataban de sobrevivir en su escuela a
un apocalipsis zombie.
La disrupción de la realidad que se mostraba a raíz del trauma de Yuki, una de sus protagonistas, acompañados de esos perturbadores cambios de música… consiguen llegar a los más profundo de nuestro cuerpo para hacernos, no entender, sino sentir que algo va mal, muy mal. Aunque es posible que en “School Days” sea donde mejor podamos buscar un sentimiento parecido al que “Doki Doki Literature Club” transmite.
School Days es una novela visual, que también cuenta con una adaptación al anime, estrenada en 2005 y que supuso un antes y un después en la historia de este género. Con sus 21 posibles finales, algunos de ellos de extrema violencia, que lanzaron el juego a la fama y un curioso gameplay completamente animado, como si de un anime se tratara.
Y es que parece que el poner a estudiantes en situaciones de lo más sanguinolentas tiene un factor altamente llamativo, es un reclamo muy poderoso que atrae la atención de todos. No puedo evitar pensar en la película “Battle Royale”, del año 2000. ¿Cómo no ver a una clase de instituto que es obligada por el gobierno a masacrarse entre sí hasta que solo quede uno en pie?
Con todos estos antecedentes, podemos decir que Doki Doki Literature Club ha recogido la esencia de todos ellos para dar lugar a una dulce y macabra obra de arte.
Un aura de inocencia
El equipo de Team Salvato, aunque en ningún momento previo a abrir el juego lo parezca, nos presenta un título del más profundo terror psicológico. Aquí no esperes persecuciones, zombies ni screamers (aunque alguno haya). En este juego debes prepararte, o al menos en mi caso fue así, para la culpa, el arrepentimiento y una sensación de malestar interno creciente a cada minuto que avanza la historia.
De primeras, tenemos un título totalmente alegre y desenfadado, con colores pastel vivos e inocentes que nos transportan a un aula de instituto. Incluso el nombre está elegido a conciencia, ya que “Doki Doki” es la onomatopeya japonesa referente a los latidos del corazón, haciendo que suene juvenil y “kawaii”.
Todo ello nos prepara para un juego de citas que siga la tranquila vida estudiantil del protagonista, con sus líos amorosos y siendo nuestra labor seguir la ruta de la chica con la que queramos acabar y ser felices por siempre… o incluso conseguir la ruta secreta que nos permita tener el harem completo. Sin embargo, nada más abrir la “visual novel” un extraño mensaje de advertencia te deja ya con mal cuerpo:
"Este juego no es adecuado para niños o para aquellos que son
fácilmente perturbables. Las personas que sufren ansiedad o depresión pueden no
disfrutar de una experiencia segura jugando a este título"
Un aviso que no debe ser tomado a la ligera.
Un terror que traspasa la pantalla
Antes de comenzar la partida debes introducir tu nombre, o el apodo por el cual quieras que se te llame, lo que añade un plus de implicación durante la historia. Personalmente me encantó este detalle, el cual, al igual que la infinidad de otros pequeños detalles que tiene el título, es llevado hasta límites increíbles de detalle y mimo.
Y es aquí, en este preciso momento nada más comenzar la partida y antes incluso de leer la primera línea de diálogo de la historia, en el que Doki Doki Literature Club comienza a romper la 4ª pared. Poco a poco, sin que te des cuenta, acabarás atrapado en su influjo ya que paulatinamente se dejará de hablar del personaje protagonista para pasar a hablar de ti, hasta el punto de ser un diálogo directo de los personajes contigo. El protagonista pasa de ser el personaje ficticio a ser el jugador real, y todo sucede sin darte cuenta. Se te hará responsable del futuro de las chicas, de las decisiones que tomes, se te reclamará atención e incluso se te obligará a escuchar.
De hecho, en un momento determinado de la historia se te preguntará dónde tiene lugar la misma. Se supone que es en Japón… pero ¿por qué? En ningún momento se dice que esta tenga nada que ver con Japón más allá del “Doki Doki” del nombre. De hecho, el propio estudio no es japonés sino americano. Esto te lo preguntará una de las chicas, ya que estas pueden tomar conciencia de vivir dentro de un juego...dando lugar a varios desenlaces posibles.
Otra de las formas de romper la 4ª pared es que no debes mirar solo la ventana de gameplay para jugar, sino que debes tener abiertos los archivos del juego, dado que durante la partida se irán generando documentos (muchos de ellos cifrados de tal forma que tendrás que recurrir a la web para poder leerlos) que se borran después de cada escena. Y es importante leerlos ya que profundizan enormemente en la historia y el lore.
Hay que reseñar también el sistema de poemas que presenta Doki Doki Literature Club, debido a que será la vía por la cual subiremos afecto con las distintas chicas y desbloquearemos eventos especiales con aquella con la que más afinidad hayamos conseguido con cada poema. Pero al igual que en el universo, toda acción tiene su reacción… y las consecuencias pueden ser fatales. Los, en un primer momento, inocentes poemas darán lugar a composiciones mucho más macabras… que te llevarán al filo de la desesperación y la impotencia.
Son infinidad los pequeños detalles que encontramos para volcarnos de lleno en la trama. Algunos tan sutiles como que si en la conversación final con Monika cerramos el juego, esta nos pedirá aterrada que no la dejemos sola la próxima vez que iniciemos la partida. Al igual que detectará si estamos grabando la pantalla, para hacernos toda una demostración de habilidades.
O algo tan nimio, pudiendo pasar completamente desapercibido, como que al final del juego el nombre que elegiste al principio aparece en la sección final de agradecimientos especiales.
Conclusión
Doki Doki Literature Club se ha convertido en una obra maestra del terror psicológico y de las novelas gráficas, un inolvidable y único en su género. Debido a ello, las hordas de fans del título no han quedado pasivas y la comunidad de modding ha hecho algunas maravillas, permitiendo seguir rutas que no están integradas en el original.
Sin embargo, recomiendo disfrutar primero del título en su esencia y hacer de los mods un extra para aquellos que no pueden esperar al próximo trabajo de Team Salvato.