Un Fire Emblems que me ha Conquistado
Sin embargo uno acaba posponiendo las cosas y no es hasta que entre una oferta y una demo del Fire Emblem Awakening en la e-shop de Nintendo, me decido a comprarlo. Bendito momento aquel en el que lo hice.
Un juego que ha sido todo lo que me ha prometido ser. Un juego que me ha enganchado, que me ha hecho sentir familia de los personajes, un juego que me ha dolido y alegrado.
Personalización
Al comenzar el juego, lo primero que tienes que hacer es configurar a tu personaje. En este aspecto las opciones de personalización son bastante grandes. Puedes seleccionar el sexo de tu personaje, sus aspecto físico (color de pelo, tipo de pelo, ojos, etc) y sus atributos.
En base a esto a lo largo de la historia podrás llegar a casarte con unos personajes u otros, incluyendo matrimonios con personajes de tu mismo sexo.
No tengo muy claro hasta qué punto mis atributos iniciales influyeron a mi personaje, de hecho no los he tenido apenas en cuenta durante la partida, pero se acabó convirtiendo en un tanque al que difícilmente se le hacía daño. Una bestia parda.
Puedes elegir también el nombre de tu avatar. En mi caso le llamé "Drake", un nombre por el que siempre me he decantado en estas decisiones.
Me dí cuenta al terminar el juego que en la portada quien aparece como avatar del jugador es una chica de pelo plateado. Si me hubiera dado cuenta antes, muy seguramente me habría hecho ese personaje. Aun así, estoy muy contento con las decisiones que he tomado en el juego. Es una de esas historias que llevarás para siempre en el corazón.
Historia
La historia de Fire Emblems Fates: Conquest se centra en la familia real de Nohr. Como miembro de la realeza pelearemos junto a nuestros hermanos y compañeros de armas por la grandeza del Imperio y para devolver la paz a un mundo asolado por la guerra. Nuestro enemigo será el reino vecino de Hoshido, con cuya familia real también estamos emparentados. Somos el nexo que une los dos reinos y la única esperanza de traer la paz al mundo.
Es una historia muy bien contada. Directa, con mucho sentimiento. Hay algunos puntos que no he terminado de entender muy bien y siento que me ha faltado libertad para explorarlos, pero no impide para nada disfrutar de la historia en su conjunto.
Cada personaje tiene su propia historia, con una personalidad y forma de relacionarse en concreto. Además cuando has avanzado un poco en el juego puedes desde el castillo ver cómo se llevan unos personajes con otros (si se llevan bien, si no se pueden ver o incluso si puede haber más que una amistad ahí...)
Jugabilidad
El gameplay es muy cómodo e intuitivo. Por el castillo puedes andar libremente usando el joystick de la consola, mientras que en las batallas te desplazas por las distintas casillas como si del ajedrez se tratara. El movimiento del personaje por las casillas viene determinado por su clase y atributos (un jinete tiene muchísimo más rango de movimiento que un soldado pesado).
Hay multitud de opciones para levelear a los personajes. Lo clásico es a través de las batallas, las unidades ganan experiencia después de cada combate y al subir de nivel mejoran sus atributos. Por otra parte en el castillo también encuentras varios edificios que te permiten comprar pociones, bufos, mejoras permanentes para los atributos del personaje y también cuentas con un sistema de mejora de armas.
No he usado apenas el sistema de mejoras de armas, no suelo usarlo apenas en ninguno de los juegos porque no suelo notar que lo necesite. Sin embargo a través de este sistema de mejoras puedes aumentar y mucho el poder de tu equipamiento.
Combates
Los combates siguen un sistema clásico de turnos. Azura es la única unidad que gracias a su habilidad especial permite a una unidad realizar 2 acciones por turno, algo muy útil sobretodo cuando tienes que sanar a una unidad.
Como en todos los juegos de estrategia, hay unidades que combaten mejor contra otras. De esta forma un arquero es muy eficaz contra unidades voladoras y muy poco eficaz contra unidades acorazadas.
Contamos también con un sistema de agrupación, por el cual dos unidades luchan juntas dando la unidad secundaria una bonificación a los atributos de la principal. Además puede bloquear los ataques que lancen contra la unidad principal. De esta manera cuanto mayor sea la relación entre los personajes, más bonos obtienen (2 unidades casadas tienen muchos más bonos que 2 unidades que no se conocen).
Por otra parte contamos también con las habilidades especiales. Cada unidad tiene una serie de habilidades que se activan según unos porcentajes y que pueden llegar a marcar una clara diferencia en el campo de batalla.
Por último todos los combates están animados, pudiendo avanzar la velocidad del combate, pararla o retrocederla. Además podemos seleccionar si vemos el combate desde una perspectiva cinemática, en primera persona o en segunda. Personalmente he jugado siempre en cinemática, pero la cámara en primera persona me ha parecido una opción muy interesante.
Tu castillo
Tras unas horas jugando la historia se nos desbloqueará nuestro propio castillo. En él podremos gestionar todo nuestro ejército, desde las relaciones entre los distintos personajes hasta las mejoras de equipamiento y comprar pociones sanadoras.
Todas estas acciones las realizaremos en distintos edificios que podremos construir invirtiendo puntos de construcción que nos dan al final de cada misión. Al igual que en un juego de construcción, podemos seleccionar la ubicación de todos los edificios, mejorarlos y reubicarlos. Además podemos seleccionar la estética del castillo y la música que queremos que suene de fondo durante nuestra estancia.
El castillo tiene también una función multijugador, ya que aparte de las "invasiones" a las que nos tendremos que enfrentar durante la campaña, podemos asaltar los castillos de otros jugadores mediante la conexión a internet.
Citas
Fire Emblems Fates: Conquest permite al jugador casarse con la mayoría de los personajes, incluyendo a algunos de su mismo sexo. Pero no solo podrás casarte tu con otro personaje, sino que los demás personajes también desarrollarán relaciones entre ellos. Si cuidas de dichas relaciones las parejas acaban casándose y trayendo al mundo nuevos guerreros que, por cuestiones espacio temporales, se unirán a tu ejército. Creedme, querréis que se os unan, están rotísimos.
Si hay algo que no me termina de convencer del sistema de citas es que me ha faltado mucho tiempo para poder avanzar mucho más en la relación con mi esposa (Elise). Si no tienes muy claro desde el principio con quién te quieres casar y cómo hacerlo, no te da tiempo a conseguir todos los corazones. Te puedes casar de sobra, pero no lograr todos los puntos de amor posibles.
Además hay muy poca cantidad de eventos distintos con tu pareja. Se supone que cada vez que vas al dormitorio, dónde te aguarda tu pareja, hay una pequeño posibilidad de que ocurra un evento especial. Pues o no pasa nada ni en los días que te dice que va a pasar algo, o siempre pasan las 2 mismas situaciones. En este aspecto si me ha parecido muy mejorable el juego, aunque no sé si será por haber escogido a Elise y con otro personaje habría sido diferente.
Las sendas
Fire Emblems Fates te da la opción de elegir en que bando luchar, elección que tendrás que hacer antes de comprar el juego, porque se tratan de juegos diferentes. De esta forma encontramos:
- Fire Emblems Fates: Conquest (Conquista) - Juegas como Nohr
- Fire Emblems Fates: Hereditage (Linaje) - Juegas como Hoshido
- Fire Emblems Fates: Revelations (Revelación) - Linea "oficial" en la que no juegas con ninguno
Cada senda es un juego diferente y que querrás jugar una vez terminado, al menos, el que hemos reseñado en este artículo.
Conclusión
Fire Emblems Fates: Conquest me ha enamorado y me ha demostrado ser un juego digno de la gran fama de la saga. Terminar de jugar, cerrar los ojos y dar gracias por la historia que me han contado, por haberme permitido conocer a esos personajes, por haber podido ser participe de ese mundo... es algo que no se puede expresar con palabras.
El sistema de citas tiene mucho que ver en la relación que entablas con los personajes, mucho más cercana y real. Sin embargo me llama la atención cómo me he encariñado mucho más con un personaje secundario, Effie, que con mi propio personaje.
Elise, Azura, Felicia y Effie son personajes que me han encantado, y me he quedado con la pena de no haber podido desarrollar a muchos de los personajes como querría. Falta tiempo para poder levelear a todos los personajes, para poder desarrollar bien sus historias.
Pero esto tiene una explicación. Fire Emblems es un juego para jugar en modo clásico y yo lo he jugado en normal. ¿Qué implica esto? Pues que cuando mataban a una de mis unidades esta no moría para siempre, sino que se retiraba del campo de batalla y estaba lista para el siguiente combate. Si hubiera seguido con el modo clásico, la dificultad del juego se habría multiplicado por 10 y no quiero ni pensar en la relación sentimental que establecería con los personajes cuidando a cada uno de ellos como si fueran un tesoro.
Después de disfrutar tanto de este título puedo asegurar que volveré a jugar a otros títulos de la saga, que me han ganado el kokoro y que intentaré pasarme los próximos juegos en "clásico".
Hasta aquí mi opnión de Fire Emblems Fates: Conquest, un juego que me ha conquistado.